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Pacto nuclear con Irán: visiones contrapuestas

Publicado por
José Cárdenas

Un grupo de expertos del Centro Belfer de Ciencia y Asuntos Internacionales de la Escuela John F. Kennedy de Gobierno en la Universidad de Harvard analizó en un reporte las razones de las discrepancias entre Teherán y Washington sobre el acuerdo

El acuerdo de principio del P5+1 con Irán para que este país someta su programa nuclear a un sistema de controles que garanticen su naturaleza exclusivamente pacífica a cambio del levantamiento de todas las sanciones, alcanzado el pasado 2 de abril, ha sido presentado por las partes de modo distinto, con argumentos antagónicos e incluso contradictorios, con el fin de venderlo a escépticos y opositores, que destacan sus aspectos negativos. Expertos estiman que es un paso importante para un acuerdo global que debe ser negociado antes del 1 de julio; sin embargo, admiten que queda por delante una negociación muy difícil.

 

¿Cuál es el estado del Acuerdo Marco? ¿Por qué hay diferencias sustantivas entre en las descripciones del acuerdo por parte de Estados Unidos e Irán?

 

Un equipo de expertos que incluye a republicanos, demócratas, independientes e internacionales preparó un reporte para ayudar a los miembros del Congreso estadounidense y otros a evaluar el principio de acuerdo alcanzado el 2 de abril pasado por el grupo P5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU —Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido— más Alemania) e Irán sobre el programa nuclear iraní.

 

El reporte publicado por elCentro Belfer de Ciencia y Asuntos Internacionales de la Escuela John F. Kennedy de Gobierno en la Universidad de Harvard destaca los hechos clave, puntos de divergencia, conceptos centrales y los mayores argumentos a favor y en contra del acuerdo con Irán.

 

El documento, titulado “Decoding the Iran Nuclear Deal” (Descifrando el acuerdo nuclear con Irán), destaca que en las negociaciones en Lausana, Suiza, las dos partes no pudieron pactar un documento detallado conjunto describiendo el Marco Político de un Acuerdo Amplio. En vez de ello, decidieron emitir una breve declaración conjunta Unión Europea-Irán sobre los parámetros generales de un acuerdo global. Además, EU e Irán acordaron emitir sus propias declaraciones unilaterales con lo que cada lado considera son los datos esenciales del acuerdo.

 

Por esta razón, según los expertos, se están dando versiones diferentes e incluso contradictorias. Tanto EU como Irán acentúan los aspectos positivos y ocultan los negativos. Del mismo modo, los críticos del acuerdo están interesados en subrayar las diferencias para socavar el apoyo a un acuerdo final. Además, “las diferencias entre las versiones contrapuestas y las declaraciones públicas” de EU y los funcionarios iraníes reflejan cuestiones pendientes como el calendario para el alivio de las sanciones a Irán y el alcance y el mecanismo de las inspecciones de su programa nuclear.

 

Sin embargo, los expertos, entre ellos Gary Samore, director ejecutivo para investigación del Belfer Center, Graham Allison, Matthew Bunn y Nicholas Burns, profesores en Harvard Kennedy School, consideran que el principio de acuerdo representa un paso importante hacia un acuerdo global, aunque queda por delante una negociación muy difícil.

 

El documento que compara las posiciones de Estados Unidos divulgadas en una Hoja de Datos con las declaraciones públicas iraníes, responde a preguntas clave, como cuál es el estatus del acuerdo marco, del programa iraní de enriquecimiento de uranio, del programa iraní de enriquecimiento de plutonio, del programa iraní de armamento nuclear, si puede Irán decide desviarse del acuerdo o si puede darse el caso de un programa nuclear secreto.

 

El análisis comparativo de las posiciones del P5+1 con las declaraciones iraníes muestra divergencias sustanciales. Por ejemplo, con respecto a las sanciones, la posición estadounidense señala que las sanciones de EU y la UE serán suspendidas después de que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) haya verificado que Irán ha cumplido las cláusulas clave del acuerdo y que si Irán fracasa en cumplir con sus compromisos, esas sanciones serán implementadas nuevamente.

 

La lectura iraní es distinta. Para Irán, tras la implementación del Plan de Acción Conjunta, las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y todas las sanciones económicas y financieras multilaterales de la UE y las unilaterales de EU, incluyendo las financieras, bancarias, de seguros, inversión, y servicios relacionados, incluyendo las industrias de petróleo, gas, petroquímicos y automotriz, serán revocadas inmediatamente.

 

Adicionalmente, para Teherán, las sanciones contra personas físicas y morales, entidades e instituciones públicas y privadas, incluyendo el Banco Central y otras instituciones bancarias, de transporte, aviación, compañías de buques tanques petroleros serán removidas inmediatamente. Los países del P5+1 se comprometen además a no imponer nuevas sanciones relacionadas con el programa nuclear de Irán.

 

El documento precisa que el vicecanciller iraní Abbas Araghchi aclaró que el uso de la palabra “suspensión” en la Hoja de Datos de EU para referirse al levantamiento de las sanciones es incorrecto y que ese texto no corresponde al acuerdo y que el documento importante será el del acuerdo final, el cual debe ser concluido antes del próximo 1 de julio.

 

Mientras que el presidente estadounidense Barack Obama dijo el 4 de abril que “a cambio de las acciones de Irán, la comunidad internacional convino en aliviar (gradualmente) ciertas sanciones”, el mandatario iraní Hassan Rouhani dijo el mismo día que “todas las sanciones financieras, económicas y del sector bancario, así como todas las resoluciones (del Consejo de Seguridad de la ONU) relativas a las sanciones contra Irán serán canceladas en el primer día de la aplicación del acuerdo”.

 

Con respecto a las inspecciones, Obama aseguró que “inspectores internacionales tendrán un acceso sin precedentes no sólo a las instalaciones nucleares iraníes, sino a la cadena entera de abastecimiento que nutre su programa nuclear —desde las plantas procesadoras de uranio que proporcionan la materia prima hasta la producción de las centrífugas y las instalaciones de almacenamiento del programa—. Pero el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenei, aclaró el 9 de abril que “cualquier inspección o sistema de vigilancia debería estar limitado a los mecanismos convencionales”.

 

En materia de revisiones relacionadas con los temores militares, Obama dijo que con este acuerdo Irán encarará más inspecciones que cualquier otro país en el mundo y que su programa de armamento será monitoreado, y que si Teherán no juega limpio, el mundo lo sabrá. La Hoja de Datos de EU señala que “Irán implementará un conjunto de medidas para atender las preocupaciones de la AIEA relativas a las posibles dimensiones militares de su programa”.

 

Pero Khamenei afirmó que “los militares del país no están autorizados a permitir a los extranjeros traspasar esos límites o detener el desarrollo defensivo del país bajo el pretexto de la supervisión y las inspecciones”.

 

En cuanto a ventajas y desventajas, algunos expertos concluyen que el acuerdo es, por ahora, la mejor opción que se tiene para reducir el riesgo de que Irán consiga una bomba atómica. Sin embargo, otros, a quienes se han unido gobernantes de países como Israel, critican que tal como está redactado el acuerdo marco no impedirá que Teherán lo consiga a largo plazo, considerando que las restricciones al programa de enriquecimiento serán levantadas después de 15 años.

 

Una de las principales dudas que levanta el acuerdo es si es posible confiar en Irán. A este respecto, mientras algunos expertos subrayaron que el acuerdo “está basado en la verificación, no en la confianza”, otros remarcaron el “deplorable récord” que tiene Irán en el cumplimiento de sus obligaciones internacionales.

 

Los expertos también se dividieron en cuanto a si EU debería recurrir a una acción militar en caso de que Irán finalmente produzca una bomba nuclear. Mientras algunos subrayaron que “el costo de una guerra es muy alto” y que son mejores opciones la disuasión y contención, otros consideraron que “la amenaza a la seguridad nacional de EU, e internacional, si Irán consigue una bomba, justifica el uso de la fuerza militar

OO

Fuente: El Universal

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José Cárdenas

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