Dejan atrás conflicto

Publicado por
Gema Hernández

Fuente: Excélsior 

Los presidentes Barack Obama y Raúl Castro expresaron su disposición de avanzar en la reconciliación de sus países en la Cumbre de la Américas, horas antes del esperado primer encuentro entre líderes de los dos países en más de medio siglo.

Castro valoró positivamente en Panamá los pasos de su homólogo estadunidense para sacar a la isla del listado de países patrocinadores del terrorismo.

El mandatario cubano reiteró a Obama la disposición de Cuba al «diálogo respetuoso y a la convivencia civilizada» con Estados Unidos «dentro de nuestras profundas diferencias».

El presidente cubano calificó de «honesto» a Obama y le pidió disculpas expresamente por su emotividad en «defensa de la revolución».

«Me disculpo con el presidente Obama y los otros aquí. Le he expresado al presidente Obama que me pongo muy emotivo al hablar de la revolución», dijo Castro.

Me disculpo con él porque el presidente Obama no tuvo ninguna responsabilidad en esto», matizó.

En su discurso ante la Cumbre de las Américas en Panamá, Castro hizo desglose exhaustivo de las quejas cubanas contra Estados Unidos en más de un siglo, una muestra de las fuertes emociones que todavía existen sobre los intentos estadounidenses de socavar al gobierno cubano.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sostuvo hoy que su país «no será prisionero del pasado» con Cuba ni con la región, al mostrarse convencido de que si continúa el diálogo bilateral entre su Gobierno y el de Raúl Castro habrá progresos pese a las «diferencias».

El «giro» de la política estadunidense hacia Cuba «profundiza nuestro compromiso» con toda la región, según Obama, quien declaró que desde que llegó a la Casa Blanca en 2009 su propuesta ha sido la de mantener una relación de «socios» y de igualdad con el continente.

En su intervención, Obama respondió directamente a las acusaciones del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, que minutos antes que él denunció en la plenaria que Estados Unidos «continúa con ilegales intervenciones» en América Latina, y que ha llegado la «hora para la segunda y definitiva independencia» de la región.

Según Correa, el intervencionismo de Washington se revela con acciones como la orden ejecutiva con la que Obama declaró la situación en Venezuela una «amenaza», o con el pedido de funcionarios estadounidenses ante el Congreso de ese país de recursos para «defender la libertad de expresión» en Cuba, Venezuela, Ecuador y Nicaragua.

En respuesta, Obama admitió que en el pasado la política de derechos humanos de Estados Unidos no siempre fue acertada, pero que, hoy por hoy, su país no tiene interés en «inmiscuirse» cuando denuncia determinadas situaciones que no considera justas, sino que lo hace porque considera que es «lo correcto».

GE

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Gema Hernández