Los riesgos para la estabilidad financiera mundial se han elevado producto de una evolución macroeconómica mixta entre los países advierte el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Fuente: El Financiero
En su Informe sobre la Estabilidad Financiera Mundial, destaca que cambios estructurales en los mercados de crédito están desplazando el foco de los riesgos para la estabilidad financiera global de las economías avanzadas hacia los mercados emergentes; del sector bancario tradicional hacia la banca paralela y de la solvencia a los riesgos de liquidez del mercado.
Entre los desafíos, el organismo internacional identifica una caída en el valor de activos y aumento de los riesgos de crédito para países y empresas exportadoras de petróleo y materias primas; la volatilidad de los principales tipos de cambio que ha aumentado más que durante cualquier otro periodo similar desde la crisis financiera mundial; la menor liquidez en los mercados cambiarios y de renta fija y un incremento de la presión sobre empresas endeudadas en moneda extranjera por la rápida depreciación de los tipos de cambio.
Para lograr salir de la crisis pisando terreno sólido, el organismo recomienda que los bancos centrales adopten medidas de políticas adicionales, más allá de las monetarias, que aborden las secuelas de la crisis y faciliten una asunción de riesgos sostenible, que a la vez contenga los excesos financieros en todos los mercados internacionales.
El alza en las tasas de interés en Estados Unidos son un riesgo con dos escenarios para la futura normalización de la política monetaria. Por un lado un repliegue fluido y bien comunicado o, pese a una buena estrategia de comunicación, un proceso accidentado con una descompresión más veloz de las primas por plazos que dé lugar a un rápido aumento de los rendimientos y a una volatilidad bastante mayor.
Ya las disminuciones de liquidez estructural en los mercados de renta fija, tanto en Estados Unidos como en otras economías, han ampliado las respuestas de los precios de los activos ante los shocks, incrementando así los potenciales efectos de contagio.
La adopción de políticas debidamente equilibradas y una comunicación clara de las políticas monetarias son necesarias en Estados Unidos. Dado que ahora la política monetaria estadounidense depende de los datos, un ajuste fluido del mercado será más probable si se analizan e interpretan en detalle las principales variables económicas.
En la zona euro, casi un tercio de los bonos soberanos a corto y largo plazo ahora presentan rendimientos negativos. Un contexto prolongado de tasas de interés bajas planteará graves desafíos para varias instituciones financieras.
Las últimas pruebas de estrés muestran que un 24 por ciento de los aseguradores no podrán cumplir los requisitos de capital de solvencia en un escenario prolongado de tasas de interés bajas.
El nivel de endeudamiento del sector privado en varias de las principales economías avanzadas sigue siendo alto y exige una respuesta adicional para hacer frente a las secuelas de la crisis y liberar así el potencial económico.
El informe del FMI señala que los avances tecnológicos, la mayor regulación y la cambiante composición de los participantes en el mercado han alterado la microestructura de los mercados de renta fija. Los episodios de iliquidez ahora se propagan a otras clases de activos y a los mercados emergentes.
A los mercados emergentes, las recomendaciones giran en torno a procurar amortiguar el impacto de los vientos en contra a nivel mundial. En China la prioridad general debe ser permitir una corrección ordenada de los excesos, estableciendo límites sobre los aspectos más riesgosos de la banca paralela. En los países emergentes en general, la gran proporción de deuda denominada en monedas extranjeras implica que las medidas micro y macro prudenciales son cruciales para limitar los riesgos derivados de los shocks.
Es imperativo adoptar regulaciones para transformar a la banca paralela en una fuente escalable de financiamiento basada en el mercado, señala el FMI.
CU